Al principio, puede sentirse un poco incómodo o extraño tener el dispositivo en la boca durante el sueño. Es posible que experimentes una ligera sensación de presión en la mandíbula o los dientes, así como un exceso de salivación. Sin embargo, la mayoría de las personas se adaptan rápidamente al dispositivo y encuentran que es cómodo de usar. Si experimentas molestias persistentes, es importante informar a tu dentista para que puedan realizar los ajustes necesarios.
Ha llegado el momento de que pongas fin a tus ronquidos y disfrutes de un sueño reparador durante toda la noche.